Este fenómeno, que suena a “viernes oscuro,” en realidad podría traducirse como “viernes del gasto,” pues ha evolucionado hasta convertirse en un evento mundial, una maratón de compras con supuestos descuentos irresistibles… o al menos eso nos venden y eso esperamos inocentemente cada año.
¿De dónde viene este viernes de ofertas?
Quizá había oído que el Black Friday tenía algo que ver con la crisis de la bolsa neoyorquina del 29…no es correcto.
Es una confusión bastante común, ya que el término “Black” seguido de un día de la semana a menudo evoca crisis financieras o eventos oscuros. Sin embargo, en el caso del Black Friday de compras, no tiene nada que ver con el crack de Wall Street de 1929.
La leyenda cuenta que en los años 50, el día después de Acción de Gracias, las calles de Filadelfia se llenaban de tráfico caótico y tiendas abarrotadas.
La policía, que no tenía un respiro entre el caos de las compras y el inicio de la temporada navideña, empezó a llamarlo “Black Friday.”
No fue hasta mucho después que los comerciantes le dieron una connotación más positiva, diciendo que ese día sus cuentas pasaban “de los números rojos a los números negros” gracias al aumento de ventas.
Así, se popularizó la idea de ofrecer grandes descuentos para marcar el inicio de las compras de Navidad.
Y como pasa con muchas modas, cruzó fronteras hasta convertirse en el fenómeno global que es hoy en día.
La revolución del Black Friday en España
En España, el Black Friday aterrizó hace relativamente poco, pero se ha arraigado con rapidez, y hoy en día es una de las temporadas de ventas más esperadas del año.
Según datos recientes, el Black Friday representa uno de los picos de consumo más altos en el país, impulsando sectores como la electrónica, la moda y los electrodomésticos.
Para que nos hagamos una idea y traduciéndolo a numeros, podemos decir que aunque el porcentaje exacto puede variar de un año a otro, se estima que las ventas online se duplican o incluso triplican durante este fin de semana.
Se estima que los españoles gastan, en promedio, entre 100 y 200 euros durante este evento. Mientras que en Estados Unidos el gasto promedio por consumidor suele ser superior al de España, con cifras que pueden superar los 300 dólares.
Es un evento que mueve cientos de millones de euros en solo un fin de semana, extendiéndose últimamente a la “Black Week” y llegando a la menudo hasta el llamado “Cyber Monday”, que trae más descuentos… esta vez, solo online.
Un impacto global y local
El impacto social y económico es considerable: millones de personas en todo el mundo esperan estos días para hacer sus compras navideñas o darse algún capricho.
La psicología detrás de este frenesí es simple pero poderosa: ¡es ahora o nunca!
En España, la llegada del Black Friday ha cambiado el ritmo de las compras navideñas, adelantando las compras y haciendo que tiendas grandes y pequeñas compitan por las mejores ofertas.
Sin embargo, no todo es color de rosa (o negro): en muchos casos, este frenesí ha sido criticado por fomentar el consumo desenfrenado, y no son pocos los que se preguntan si realmente ahorran tanto como creen.
Aun así, el Black Friday sigue ganando adeptos y se ha convertido en una fecha marcada en rojo en el calendario de los compradores y las empresas.
Así que, tanto si eres de los que ya tienen lista de compras en mano o prefieres observar la locura desde lejos, el Black Friday está aquí inundando escaparates, redes sociales y medios de comunicación.
En definitiva, es el momento perfecto para cazar esa ganga soñada… o, como mínimo, para reírnos un poco de la fiebre que nos invade año tras año.
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